Nuestro viaje comenzó en el año 2012...

Cuando trabajábamos juntos; allá, nos encantaba atender bien a la gente y eso nos distinguía del resto. Un día se nos ocurrió unir esfuerzos, dejar nuestros empleos y emprender un negocio.

Primeros tropiezos y primeros pasos

Intentamos con el mundo del restaurante, allí servíamos platos exquisitos y atendíamos a nuestros comensales de manera excepcional, como en casa, como sabemos hacerlo; sin embargo, nos dimos cuenta de que ese proyecto no se dio en el momento ni en el lugar adecuado. Así que, con dignidad, lo dejamos ir; pero no nos rendimos, tomamos lo mejor de esa experiencia y comenzamos a buscar más planes A (porque el plan B era volver al empleo).

Primeros pasos: Tiempo después, nos comenzó a rondar la idea de vender juguetes para adultos, fue de esas ideas que van y vienen, las retomas y las vuelves a meter en el baúl, hasta que la última vez que resurgió aplicamos aquello de "se pensó y se hizo", si no, volvería al baúl y quién sabe hasta cuándo. Así que nos decidimos probar con unos poquitos productos de corte tradicional.

Conectamos con nuestros amigos, nos hicimos una cuenta de Instagram y poco a poco comenzamos a ganar seguidores; en unos días tuvimos más de 100 seguidores y comenzaron las primeras ventas.

La pandemia: 

Paradójicamente, lo que pudo ser otro peor lugar y peor momento para nuestro negocio, terminó siendo un torbellino; con todos encerrados en casa, los seguidores pasaron de cien a más de 2000 en cuestión de semanas. Allí supimos que lo estábamos haciendo bien, y,  es que todo iba emocionante e inesperadamente bien, hasta que… nos cerraron la cuenta (por tratarse de productos divertidos).

 

Más pandemia: Derrotados por instagram, nos mudamos al Tik Tok en su pleno apogeo; nuestra imaginación volaba e incluso llegamos a viralizar unos cuantos videos. Volvimos a recuperar la confianza y tomamos un nuevo impulso; todo iba más que bien cuando esperadamente... nos cerraron la cuenta (obviamente por lo mismo)

Nos levantamos:

Golpeados, pero con mucho tiempo libre, nos llenamos de tutoriales y armamos nuestra primera página web desde cero; quedó hermosa para ser la primera y de allí en adelante, el crecimiento fue sostenido; nos hicimos de muchos productos entretenidos, no nos daba miedo en probar novedad, variedad y calidad y mostrárselo a nuestro público de la manera en que nosotros sabemos hacerlo.

Continuamos el camino: Con más de 6.000 artículos vendidos, sabemos que nuestra misión de guiarte a encontrar productos seguros, variados y que te hagan sentir bien, se va convirtiendo en realidad.

Y es que sustentamos nuestra misión en 4 sencillos preceptos:

No vendemos por vender

Nos encanta que quedes feliz con tus productos, por eso te brindamos atención personalizada para ayudarte a tomar una decisión de compra vibrante. No necesitas saber nada sobre juguetes, sólo cuéntanos qué tipo de estimulación deseas y juntos encontraremos a tu compañero ideal. 

No somos robots

Hay un ser humano del otro lado de tu pantalla. Siente la confianza de abrir nuestro chat y preguntarnos lo que quieras; no te contestaremos con esas odiosas respuestas automáticas. ¡Sentirás que nos conocemos de toda la vida!

Nuestra ley de discreción

Día a día luchamos para que te empoderes de tu cuerpo y abraces tu sexualidad sin reparar en lo que piensen los demás; queremos que cuando decidas comprar un juguetito que te haga feliz, sea tan natural como ir a la tienda a comprar el pan. Pero sabemos que aún existen barreras por vencer y mientras llega ese glorioso día, hemos optado por guardar tu secreto en el empaque más discreto del mundo.

Creemos que…

∙ Nuestros cuerpos son el centro del universo, un lugar que podemos llenar de sensaciones tan placenteras como se lo permitamos a nuestra imaginación.

 

∙ Tu cuerpo es quien decide tus juguetes, tu tarea es dejarlo elegir.

 

∙ Algún día comprar y disfrutar un juguete para adultos, será absolutamente normal y ese día tendrá su lugar en la historia.

∙ Hablar sobre lo que nos gusta sexualmente y lo que no, es y será la herramienta más poderosa que tenemos para encontrar nuestra plenitud sexual, sin importar si esa conversación la tienes a solas o en compañía.